martes, 17 de marzo de 2015

JubiHipster - La nueva Tribu Urbana

Los tiempos avanzan y llega la edad de jubilación para una generación diferente a la de nuestros abuelos. No se vosotros pero mi abuela no ha ido al cine desde que nos acompañó a mi hermano y a mi a ver Regreso al Futuro III con dos bocadillos en el bolso para evitar la inspección ferrea que existía en el cine Valderas.
Los abuelos de antes eran de no salir a espectáculos, como mucho, ir a la plaza del pueblo a ver a la orquesta (mas bien a ver al personal) durante las fiestas. Sin embargo nos encontramos ahora con una nueva generación de ancianos que han tomado los espectáculos en recintos cerrados y habitan en ellos como (literalmente) si fuera su casa, son modernos a su modo y tienen todo el tiempo del mundo porque están jubilados.
Aquí esta el tema, los Jubihipsters tienen entre sus filas (suelen ir en nutridos grupos) a alguno que sabe usar internet y buscar ofertas de espectáculos. Una vez localizada la oferta, avisa por Guasap al resto (si, tienen smartphones) y compran una cantidad de entradas que va de 6 a 20 para poder campar a sus anchas en el recinto.
Todo esto estaría bien si lo único que hicieran es sentarse y disfrutar del espectáculo, pero no. Esta nueva tribu urbana realiza las siguientes acciones de guerrilla:
- Se sientan entrando todos a la vez organizando un barullo importante, lo cual, si aun no ha empezado el espectáculo, no molesta.
- Se ponen ha hablar a grito pelado de los viajes de trabajo de sus hijos, mintiéndose descaradamente los unos a los otros diciendo que su hijo viaja a Londres todas las semanas, cuando en realidad lo que hace es ir a la calle Londres, CP. 28983, Parla. También hablan de anécdotas de viajes que han hecho en grupo para intentar dar envidia al resto del público que ha acudido al espectáculo, lo cual al resto del público se la sopla.
- Una vez comenzado el espectáculo, aprovechan la oscuridad para sacar sus Smartphones y ponerse a consultar el facebook (y dar a me gusta a las fotos de los nietos de los demás) y ver las gilipolleces que les han mandado el resto del grupo que está sentado al lado por Guasap. La luz que emite la pantalla suele ser muy intensa, ideal para fastidiar y despistar la visión del espectáculo. Es importante dejar el sonido encendido para que todo el mundo se entere de lo ocupados que están. En este sentido también gustan de llamar en el Metro/Renfe a sus familiares y hablar a voces, molestando a los dos que leen en el vagón (el resto mira el Guasap o juega al Candy Crush). Es la evolución de "señora que tiene el teléfono a todo volumen y sale corriendo de misa porque le llaman por algo muy importante -como que de qué sabor son las croquetas que va a poner en la comida- un domingo por la mañana."
- Durante el espectáculo viene lo mejor: ¿Porqué estar callado cuando puedes comentar cosas como si estuvieras en el salón de tu casa viendo el Sálvame? Comentarios en voz alta de tipo "andaaaa lo que va a pasar ahora" "uhiuhiuhiuhiuhi" "que bien está Carlos Sobera para su edad."
- Si les dices algo amable como "¿Me haría el favor de apagar el móvil para que su luz no derrita mis retinas?" te miran con cara de asco y no te hacen ni puto caso.

Creo que es hora de pasar a la acción, lo ideal es llamar al linterna/acomodador y poner a esa gente en ridículo, pero también puedes acercarte a su oreja y tirarte toda la obra/película cantando en susurros canciones de Slayer, es lo mas efectivo.
Cuanto daño están haciendo Let's Bonus y Atrápalo.... Si tu también has sufrido a esta tribu urbana cuéntanos tu caso.

V