martes, 31 de mayo de 2016

Cuando el mañana esté aquí

En lo profundo de tus ojos soñadores
las sombras del sueño te han abandonado,
 y, aunque la Luna sigue pálida fuera,
tu estás muy lejos de aquí.
La respiración impulsa tu imprudete cabeza, 
despreocupada del caos de nuestras vidas.
Anoche, cuando estabas recostada en mis brazos
y me preguntaba dónde estarías, 
parecías un niño que se había quedado dormido en este mundo peligroso,
mientras todas las estrellas que llevan millones de años brillando
seguían haciéndolo
y eso nos hacía sentir muy pequeños debajo de ese universo.
Y tu sabes que voy a ser el único que esté ahí
cuando necesites alguien a tu lado 
cuando el mañana venga

Annie Lennox, Dave Stewart & Pat Seymour

V

lunes, 11 de abril de 2016

Perlando con el Dentista Hipster: Tres en el Teatro Lara - Le rompería la 4ª pared a alguno en la cabeza

Como no todo en la vida es comer, también se perla en el teatro. La verdad es que al teatro Lara (que está en el centro de Madrid, esa ciudad con gente muy enfadada siempre) he ido montones de veces, no solo a ver conciertazos, sino también al tema por el que está diseñado, es decir, el Teatro. A mi, sinceramente, me gusta ir al teatro a pasarlo bien. Direis: eres un palet y no aprecias el arte del drama. Pues si, seré lo que quieras pero lo mismo que no voy al cine a ver dramones, tampoco voy al teatro a verlos porque, sinceramente, al ver ahí a los actores en persona me da mas penica incluso.
La cosa es que el Teatro Lara me gusta bastante. La sala principal tiene el encanto de los teatros de toda la vida y las típicas butacas que te dejan el culo carpeta. La acústica es muy buena y se ve bien desde cualquier lado. Tiene una sala debajo de la principal, llamada sala Off, pequeña pero agradable, en la que estás (literalmente) encima de los actores.
Te partes [Fuente: Teatro Lara]
La obra de marras que vimos fue Tres, escrita por Juan Carlos Rubio. Esta comedia trata sobre tres mujeres de cuarenta y pocos antiguas compañeras de colegio (Carmen Mayordomo, Eva Higueras y Natalie Pinot) que deciden dar un giro radical a su vida, en la que entrará el personaje que interpreta Rubén Sanz. Si bien los primeros 20 minutos me parecieron algo chorras, cuando la trama se fue complicando la cosa resultaba ilarante hasta el final.
En realidad este post lo pongo por otra cosa: estoy hasta las narices de la falta de respeto de la gente en los sitios públicos. Lo digo porque cuando voy al cine y ya ha empezado la película siempre hay varios anormales con el puto móvil ya sea hablando o escribiendo cualquier cosa importantísima por guasap. Y en el teatro ya es la leche, es clave no romper la cuarta pared, y yo le rompía la 4º pared a varios espectadores en la cabeza. Suelo encontrar grupos de jubilados en el teatro que comentan la obra como si estuvieran en el salón de su casa viendo Sálvame. Lo malo es que no siempre son jubilados, en esta obra era un idiota que acabó un par de chistes de los actores. Yo, de verdad, es que lo flipo, no solo es una falta de respeto muy grave al actor, sino también al público. Creo que deberían autorizar a los actores a parar un momento la obra y dar dos guantazos a quien fastidie la obra. Y eso sin sexismos ni nada, guantazo a hombres o mujeres, sin importar el género. Y en el cine abogo porque pongan un "botón del lelo" que te permita avisar al "linterna" (esa figura del acomodador que ya no hay) y que se lleve al tontolaba del cine y así pueda hablar/chatear en su puñetera casa cómodamente.
En resumen: ir a ver Tres al Lara que es muy divertida.
V

lunes, 4 de abril de 2016

Perlando con El Dentista Hipster: ¿es posible cenar de tapas en Mérida?

El mejor nombre de bar que he visto en mi vida
Volvemos con nuestra actividad perladora en el Blog. Esta vez nos desplazamos a la imperial (por lo del Imperio Romano y eso) y extremeña cuidad de Mérida para ver que se cocía allí el viernes de Dolores (el viernes antes de Semana Santa) como paso previo a otro asunto gastronómico que discutiremos en próximas entregas.


Sorprendiome que, siendo viernes previo a Semana Santa no hubiera ni perri por la calle. Tampoco es que hiciera mal tiempo o que fueran las tantas de la noche, pero por el centro diríamos que había 4 despistados. Todos los bares pegados al museo estaban pelados de gente.
Aprovechando la confusión procedimos a entrar al primer sitio en el que no pusiera "Mejor restaurante de 2015 en Tripadvisor" (en Roma, el 100% de los restaurantes tienen ese cartel puesto...debieron dar el premio ex aequo -que además es una palabra del latín juju, que chiste-). El restaurante en sí se llama El Alfarero. Si miráis su web veréis que es el típico bareto de toda la vida. A posteriori lo he mirado en el famoso TripAdvisor y lo ponen a parir no, lo siguiente. He de decir que el sitio no es barato para una ciudad como Mérida, pero tampoco es demasiado. Además, no se de que te quejas de que es caro si pone la lista de precios en la puerta y en la carta. Si te pones ciego y pides cervezas por doquier es normal que te salga por un pico...yo es que alucino con la gente.
Bueno, volviendo al tema, sabéis que yo estoy en contra de comer de tapas ya que lo considero un paso atrás en la cultura alimenticia de nuestro país. Hice una excepción ese día al ver la carta disponible y que en la ciudad había un clásico concurso de tapas y en esas cosas los bares se esfuerzan. El local estaba atendido por un matrimonio mayor bastante amable. El dueño nos recomendó un par de las susodichas y resultó un éxito. La verdad es que me puse ciego a comer y quedé satisfecho del tema cena-tapa. No así cuando fuí a Granada, uno de los sitios de España en los que mas te timan con la mierda de comer de tapas.  Como pedimos varias cosas, el exceso de comida nubla mi mente para recordar todo lo que comimos pero mas o menos fueron: las minihamburguesas de ternera y pollo con queso de cabra, croquetas de jamón (excelsas), montado de lomo con queso (clásico que nunca falla), musaka al estilo extremeño (la repanocha de buena) y delicia de jamón, queso y huevo. Muy muy muy rico todo. Además el servicio rápido y las aceitunas de acompañamiento riquísimas.
En fin, que a nosotros nos gustó, no como a los ciento y pico que han opinado en sentido contrario en la web esa de la que hablo. Que está llena de gente aburridísima.

V

lunes, 28 de marzo de 2016

Perlando con el Dentista Hipster: Pizza en Tomelloso

Premios máximos en el escaparate de Marquinelli
Nueva sección en nuestro Blog en el que vuestro host, el mismísimo Dentista Hipster os contará sitios modernos pero a la vez vintages en los que ir a perlar y así disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Para el primer capítulo nos desplazamos al pintoresco pueblo de Tomelloso, provincia de Ciudad Real a comer pizza. Y diréis ¿porqué cojones vas a Tomelloso a comer pizza so huelegateras? Pues os diré que en Tomelloso, además de tener uno de los polígonos industriales mas grandes que he visto en mi vida, está situado el restaurante Marquinetti cuyo dueño, Jesus Marquina, ha ganado hasta en 4 ocasiones (a fecha de hoy) el campeonato del mundo en elaboración de pizza.

El local es muy agradable y bullicioso pero sin llegar a querer matar a los de la mesa en enfrente y lo importante, que es la comida, es la repanoch. Vuestro querido redactor y su acompañanta pidieron unas margaritas de trufa a la Marquinetti (que es pasta y no pizza, así en plan a lo loco) para empezar y luego una pizza Dulcinea (crema de calabaza, mozzarella, perdiz escabechada, queso manchego fresco y curado, lomo embuchado, tomillo y romero) que estaba gloriosa, riquísima, excelsa, mágica (no se me ocurre adjetivo para ese sabor). Una vez saboreados los platos, acercose el mismísimo dueño (Don Jesus) a preguntar que tal todo y dándonos las gracias por ir.
Si hay una cosa de los sitios a los que voy a comer es que me atiendan bien y sean agradables. Y en Marquinetti lo son y mucho. Además, no te meten un claver mortal kombat en la cuenta, sino que la cosa resulta bastante asequible.
Pizza Dulcinea in tha house
Es recomendable reservar antes porque se peta, y en la web (http://marquinetti.com) puedes hacerlo. La verdad es que el pueblo en si no es muy allá (con todo mi respeto a los tomelloseros) pero dispone de una bonita iglesia y una plaza de toros (por si quieres aprovechar y torear allí) y una panadería super rica (J Sanchez, en la calle Socuéllamos 35).
El plan perlador sería: ir para allá, comprar pastas y algún pan rico,  tomar unas cervecers en uno de los múltiples y agradables bares del pueblo en los que ponen tapa de la buena (no las mierdas que ponen en Madrid en donde además te miran con cara de estar oliendo mierda) y luego ir a comer al Marquinelli. Éxito seguro chaval.
V