lunes, 28 de marzo de 2016

Perlando con el Dentista Hipster: Pizza en Tomelloso

Premios máximos en el escaparate de Marquinelli
Nueva sección en nuestro Blog en el que vuestro host, el mismísimo Dentista Hipster os contará sitios modernos pero a la vez vintages en los que ir a perlar y así disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Para el primer capítulo nos desplazamos al pintoresco pueblo de Tomelloso, provincia de Ciudad Real a comer pizza. Y diréis ¿porqué cojones vas a Tomelloso a comer pizza so huelegateras? Pues os diré que en Tomelloso, además de tener uno de los polígonos industriales mas grandes que he visto en mi vida, está situado el restaurante Marquinetti cuyo dueño, Jesus Marquina, ha ganado hasta en 4 ocasiones (a fecha de hoy) el campeonato del mundo en elaboración de pizza.

El local es muy agradable y bullicioso pero sin llegar a querer matar a los de la mesa en enfrente y lo importante, que es la comida, es la repanoch. Vuestro querido redactor y su acompañanta pidieron unas margaritas de trufa a la Marquinetti (que es pasta y no pizza, así en plan a lo loco) para empezar y luego una pizza Dulcinea (crema de calabaza, mozzarella, perdiz escabechada, queso manchego fresco y curado, lomo embuchado, tomillo y romero) que estaba gloriosa, riquísima, excelsa, mágica (no se me ocurre adjetivo para ese sabor). Una vez saboreados los platos, acercose el mismísimo dueño (Don Jesus) a preguntar que tal todo y dándonos las gracias por ir.
Si hay una cosa de los sitios a los que voy a comer es que me atiendan bien y sean agradables. Y en Marquinetti lo son y mucho. Además, no te meten un claver mortal kombat en la cuenta, sino que la cosa resulta bastante asequible.
Pizza Dulcinea in tha house
Es recomendable reservar antes porque se peta, y en la web (http://marquinetti.com) puedes hacerlo. La verdad es que el pueblo en si no es muy allá (con todo mi respeto a los tomelloseros) pero dispone de una bonita iglesia y una plaza de toros (por si quieres aprovechar y torear allí) y una panadería super rica (J Sanchez, en la calle Socuéllamos 35).
El plan perlador sería: ir para allá, comprar pastas y algún pan rico,  tomar unas cervecers en uno de los múltiples y agradables bares del pueblo en los que ponen tapa de la buena (no las mierdas que ponen en Madrid en donde además te miran con cara de estar oliendo mierda) y luego ir a comer al Marquinelli. Éxito seguro chaval.
V