Es una forma de actuar en la vida que me gusta: si hay que subir a un ring para pelear por ti, subiré; si quieres estar sola, desapareceré como una sombra; si quieres un compañero, aquí tienes mi mano; si quieres un chofer, sube.
Incluso si estas cabreada seré tu púgil, aunque me resulta mas divertido cuando te sale esa vena madrileña entre chulesca y similar a las respuestas de Junior cuando canta los coros de "Flamenco": "¡Porque lo digo yo!"
Pero con todo esto, no quiero decir que yo voy sentado en el asiento del pasajero, ni hablar, solo dando compañía y durmiéndome de ver en cuando. Viajamos ambos en el asiento del conductor, no en el otro, donde tira unas veces uno y otras otro. Mirar hacia delante, compartir el asiento.
La carretera es larga pero, una vez mas, tengo tenemos todo el tiempo del mundo.
Tu y yo, sin peajes, sin equipaje pesado. Hasta el final del camino...
V
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