lunes, 11 de abril de 2016

Perlando con el Dentista Hipster: Tres en el Teatro Lara - Le rompería la 4ª pared a alguno en la cabeza

Como no todo en la vida es comer, también se perla en el teatro. La verdad es que al teatro Lara (que está en el centro de Madrid, esa ciudad con gente muy enfadada siempre) he ido montones de veces, no solo a ver conciertazos, sino también al tema por el que está diseñado, es decir, el Teatro. A mi, sinceramente, me gusta ir al teatro a pasarlo bien. Direis: eres un palet y no aprecias el arte del drama. Pues si, seré lo que quieras pero lo mismo que no voy al cine a ver dramones, tampoco voy al teatro a verlos porque, sinceramente, al ver ahí a los actores en persona me da mas penica incluso.
La cosa es que el Teatro Lara me gusta bastante. La sala principal tiene el encanto de los teatros de toda la vida y las típicas butacas que te dejan el culo carpeta. La acústica es muy buena y se ve bien desde cualquier lado. Tiene una sala debajo de la principal, llamada sala Off, pequeña pero agradable, en la que estás (literalmente) encima de los actores.
Te partes [Fuente: Teatro Lara]
La obra de marras que vimos fue Tres, escrita por Juan Carlos Rubio. Esta comedia trata sobre tres mujeres de cuarenta y pocos antiguas compañeras de colegio (Carmen Mayordomo, Eva Higueras y Natalie Pinot) que deciden dar un giro radical a su vida, en la que entrará el personaje que interpreta Rubén Sanz. Si bien los primeros 20 minutos me parecieron algo chorras, cuando la trama se fue complicando la cosa resultaba ilarante hasta el final.
En realidad este post lo pongo por otra cosa: estoy hasta las narices de la falta de respeto de la gente en los sitios públicos. Lo digo porque cuando voy al cine y ya ha empezado la película siempre hay varios anormales con el puto móvil ya sea hablando o escribiendo cualquier cosa importantísima por guasap. Y en el teatro ya es la leche, es clave no romper la cuarta pared, y yo le rompía la 4º pared a varios espectadores en la cabeza. Suelo encontrar grupos de jubilados en el teatro que comentan la obra como si estuvieran en el salón de su casa viendo Sálvame. Lo malo es que no siempre son jubilados, en esta obra era un idiota que acabó un par de chistes de los actores. Yo, de verdad, es que lo flipo, no solo es una falta de respeto muy grave al actor, sino también al público. Creo que deberían autorizar a los actores a parar un momento la obra y dar dos guantazos a quien fastidie la obra. Y eso sin sexismos ni nada, guantazo a hombres o mujeres, sin importar el género. Y en el cine abogo porque pongan un "botón del lelo" que te permita avisar al "linterna" (esa figura del acomodador que ya no hay) y que se lleve al tontolaba del cine y así pueda hablar/chatear en su puñetera casa cómodamente.
En resumen: ir a ver Tres al Lara que es muy divertida.
V

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