martes, 8 de julio de 2014

Don Alfredo ya no vendrá a mi boda



"Si quieres que nos casemos, tendrán que venir a la boda Alfredo Di Stéfano y Rafa Nadal”. Esto era lo que me decía mi pareja, para después añadir: “y se sientan en nuestra mesa, los dos”.

Para todos los que somos madridistas de nacimiento, Don Alfredo era el Real Madrid. Ni más, ni menos. Él y Don Santiago Bernabéu, a quién tanto le debemos, son los padres del espíritu merengue, los hombres que cambiaron el devenir de la historia del club más importante del mundo. A pesar de pertenecer a una generación que no ha podido disfrutar en directo con la magia de La Saeta, sí que hemos podido escuchar a nuestros abuelos, a nuestros padres relatar sus gestas, cómo vibraron en Chamartín, cómo se hicieron fotos junto a su ídolo cuando eran niños,… Sí, en los años 60 podías ir al estadio y hacerte una foto con los jugadores. Eso sí que era hipster. 


5 Copas de Europa


Don Alfredo cambió la historia del Madrid, a él le debemos Europa entera, sin más. Cinco copas sirven de testigo. Mejor Jugador del Siglo XX, 510 partidos oficiales y 418 goles en once campañas de blanco, que valieron dieciocho títulos. Dos Balones de Oro y una vida entera con el fútbol corriendo por sus venas.
Luchador incansable, genuino, eterno Alfredo. Recordaremos siempre sus épicas galopadas y sus días de gloria. A sus 88 años recién cumplidos nos dijo adiós. El blanco se tiñe de luto, se ha ido la esencia misma del madridismo.

"Ya corre La Saeta,  ya ataca mi Madrid"


No sé si algún día me casaré, pero si es así, seguro que los tres -claro, Rafa Nadal también es muy del Madrid- nos acordaremos del jugador de fútbol más grande de todos los tiempos.

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