lunes, 3 de noviembre de 2014

Comer de Tapas vs Comer como una persona normal

Asuntos no ociosos han provocado que este fin de semana haya viajado a una ciudad del sur de nuestra piel de toro para estar todo el santo día encerrado en un sitio (pagando eso si) oyendo cosas científicas.
Nace aquí el tema que quiero desarrollar hoy: porqué narices dicen los modernos que ir de tapas mola. "Estas de charla con los colegas y se lo pasa uno muy bien" o "los pinchos son muy ricos y de diseño" son algunas de las razones que se esgrimen para justificar que estar de pié 2 horas mientras intentas comer algo que, con mucha dificultad puede pincharse en un palillo y se te cae por todos los lados (incluida tu ropa) no puede molar.
En estas cosas de los congresos (que es a lo que he ido) provocan que se tenga poco tiempo para comer o cenar, aparece entonces uno que dice: "vayámonos de tapas." Lo cual se traduce en un fin de semana repleto de bebidas gaseosas con alto contenido en azúcares o bebidas alcohólicas con alto contenido calórico acompañadas de variadas pequeñas raciones de fritos con aceite de larga tradición en la freidora, cosas encima de trozos de pan, productos con alto contenido en ajo...
Esta chistorra esta deseando pasarte su colesterol
Total, que al acabar el fin de semana todo el mundo está hasta los mismísimos de comer pan, se queja de que no ha comido una mierda y está deseando llegar a casa y hacerse unas judías verdes con patatas. Otra de las consecuencias de tan desastrosa dieta findesemanil suele ser la necesidad imperiosa de acudir a un supermercado de la ciudad a comprar fruta para intentar compensar in situ tan desastrosa dieta. Creo que este impulso está provocado por un reflejo innato en el ser humano que evita que pueda caer en enfermedades como el escorbuto. Esta es una de las razones del éxito de las tiendas Mercadona situadas en el centro de las ciudades (donde se supone que no hay tanta gente como en las afueras): surtir a gente que quiere evitar una muerte lenta y dolorosa por falta de vitaminas.
A mi lo que me gusta es comer sentado, las razones son mucho mas sanas: eliges lo que quieres comer, puedes hablar tranquilamente y hacer sobremesa, la comida no se te derrama a menos que estés monguer, puede pedir fruta o flan de huevo con nata de postre y al final seguro que te gastas lo mismo.
Seguramente alguno estará en desacuerdo y querrá dejar un moderno comentario, pensando así que rememora recuerdos. Que sepas que todos esos recuerdos han sido inducidos por los fabricantes de bebidas espirituosas con sus anuncios veraniegos en los que se ve a jóvenes modernísimos de no mas de 50 kg (ellos) y 30 Kg (ellas) poniendose puzos a cervezas y tapas gigantes, cuando en realidad todo esto es mentira porque nada mas acabar el anuncio lo regurgitan y se van hacer cosas modernas como por ejemplo subir fotos a Istagram, comprar ropa en Breska o circular por cualquier calle peatonal en bicicletas de modernos de esas sin frenos provocando el pánico entre los viandantes que pasean tranquilamente.
Queda dicho.
V

No hay comentarios:

Publicar un comentario