Supongo que muchos de vosotros cuando llegan estas fechas
hacéis examen de conciencia y valoráis lo sucedido, lo bueno y lo malo, cosas que mantener y cosas
que hacer que desaparezcan de tu vida, si os soy totalmente sincera (como lo he
sido siempre,) es algo que no he hecho nunca en mi vida. Me aburre sobremanera
entrar a hacer valoraciones de este tipo.
No hay propósitos para este nuevo año, y si bien es cierto
que tengo mil defectos que mejorar y he cometido errores, como todos supongo,
son ellos en parte los que me hacen ser como soy. Siempre he dicho que quieres de verdad a alguien, cuando conoces sus defectos y aun así le quieres.
Y siempre podemos pedirle más a la vida, un mejor sueldo,
más tiempo libre, estar más delgado o más fuerte, enamorarse y ser
correspondido, pero ¿Sabéis qué os digo? Que el mejor propósito de este año
sería saber verle el lado positivo a lo que nos sucede, quizá el secreto de
todo esté en eso, en las pequeñas cosas que nos hacen sonreir.
Rompe las reglas, haz más a menudo aquello
que te gusta, besa lento, ama de verdad, así sin excusas, mira a los ojos,perdona rápido, sal
y comienza a crear, ríete sin control y nunca dejes de sonreír por muy extraño
que sea el motivo.
Y esta vez, no hagamos propósitos, hagámoslo a propósito.
Puede que la vida no sea la fiesta que esperábamos, pero mientras
estemos aquí: ¡Bailemos!
Feliz 2015.
(S)
No hay comentarios:
Publicar un comentario